jueves, 26 de enero de 2012

QUIEN FUE AMOS ?

Amos [Ā'mos]-carga-portador o uno con una carga.
1. Este profeta del "juicio", que es la clave del libro que escribió, era un ciudadano de Tecoa, al oeste del Mar Muerto, (Amós 1:1; 7:8-16; 8:2).
El hombre que fue un aparador de los sicomoros
A pesar de que fue uno de los más antiguos de los profetas, sabemos poco acerca de Amos salvar lo que él mismo nos dice. No parece haber pertenecido a cualquier rango o influencia. Lo contrario es el caso, al ver que él mismo estilo de un pastor (Amós 7:14). No era un "profeta profesional, hablando de la vida." Amos no pertenecen al orden de los profetas, tampoco había sido educado en la escuela de los profetas. El oficio profético fue arrojado sobre él (Amos 7:14, 15). Cuando recibí la llamada que cambió la vida de un pastor y cultivador de sicomoros de la de un profeta.
La vida en el desierto de Amós ejerció gran influencia formativa sobre él. Con el tiempo para pensar y orar, fue calificado para formar juicios claros. El arte de la vidente no se cultiva en las multitudes.
Contemporánea con Oseas, Amós profetizó en tiempo de Ozías, rey de Judá, y en el tiempo de Jeroboam. La mayoría de los profetas limita su mensaje en su mayoría a Israel, sino a Amos, Israel fue sólo una de las naciones. Tomó en una amplia gama de diversas nacionalidades y acusado por sus pecados y proclamó el juicio de Dios por igual a las naciones y los individuos.
Amos pronunció juicio sobre la opresión de los pobres la falta de honradez, comercial, indulgencia egoísta y la idolatría, y fue el primer profeta para predecir el cautiverio de Israel, y para anunciar el rechazo de Dios de su pueblo escogido. Las grandes lecciones del libro de Amos son los siguientes:
I. El pecado es el pecado en todas sus tinieblas, contra el brillante fondo de la gracia de Dios.
II. Mero ritual no es agradable a Dios. El culto mismo de Israel fue el pecado (Amós 4:4, 5; 5:21-24). Israel pensamiento de Dios como un monarca vano, satisfecho con los regalos y frases vacías. Amos había nada más que desprecio por las formas de religión que no perturbe la conciencia o de cambiar de vida.
III. Los mayores peligros, tanto de las naciones y los hombres, no se encuentran en situación de pobreza, pero en la prosperidad.
IV. Los tratos de Dios con los hombres, por su disciplina, no su destino. Disciplina, sin embargo, si en letra muerta, sólo acelera la condenación y determina el destino. Así, Amos se denomina "el profeta de la ley divina."
2. Un antepasado de José, esposo de María, la madre de nuestro Señor (Lucas 3:25).

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